"EL QUE SE CREE UNA ESTRELLA EN ROSARIO, ESTÁ MAL DE LA CABEZA"
Desde hace once años es la cara de las noticias en Canal 5, donde llegó después de trabajar en Radio Nacional y Radio Dos. La audiencia en Rosario lo identifica definitivamente con su trabajo en la Primera Edición de Telefé Noticias, de 12 a 13.20 hs., aunque la respuesta de la ciudad fue más que satisfactoria cuando condujo a los muchachos de la "Medianoche", donde compartió la madrugada con Roberto Caferra, Gabriel Penisse y el ácido Indio Luque. Las noticias pasaban a un segundo plano, observando "la mesa de galanes" que tanto vivaba la platea femenina.
Se llama Ariel Bulsicco y es oriundo de Villa Gobernador Gálvez, apenas a unos pasos de Rosario, pero vive acá, y por lo visto, no piensa mudarse (a pesar de su confesa pasión por las playas brasileñas).
¿Hay periodismo de investigación en Rosario?
Creo que ha caído en calidad en los últimos tiempos debido a múltiples factores, pero fundamentalmente por la falta de elementos para desempeñar nuestra labor y a la presión de los medios de producir en el menor tiempo posible. Además, los "compromisos" de muchos responsables de esos medios, nos impiden desempeñar e investigar como corresponde. Muchos encargados actuales de los medios están allí no para cumplir con la tarea comunicativa, sino para tapar determinados intereses. En consecuencia lo que menos les importa es que sus periodistas investiguen y cumplan con su labor. Es hora de que nosotros analicemos esta problemática que nos afecta directamente.
¿Cuáles son los intereses del periodismo en esta ciudad? ¿Hay periodismo independiente?
Está algo relacionado con lo anterior. Siempre se ha dado que los propietarios de los medios iban para un lado con la posición periodística del medio y los trabajadores de prensa para otro. Existió un choque de intereses que ahora se ha profundizado por lo que decía antes. Esto, agravado con la actitud de esos medios de tomar nuevos periodistas, privilegiando la cuestión económica, esto es "que sean baratos", y dejando en un segundo plano su capacidad para desempeñar bien la tarea. A partir de lo dicho, es más fácil también disponer y manipular a esos periodistas. En general está pasando esto. Así que ya respondo con eso si hay o no un periodismo independiente. Nunca existió del todo, pero ahora, esos factores nos alejan más aún de esa intención.
¿Cuál es el mejor periodista y el peor de la ciudad?
Se acerca más a lo que es mi forma de pensar el periodismo, el estilo de Luis Novaresio, aunque en varias de sus ideas no coincido. Pero aclaro que soy de no centralizar al mejor periodista en una sola persona. Me gusta y me parece loable, aquel que dignamente cumple con la tarea, más allá de su capacidad para lograr hacerlo perfectamente. Valoro al tipo que se enfrenta en la calle, o a través de un micrófono a un político que mal cumple su tarea o a un dirigente sospechado por su falta de transparencia. No tengo definido al peor periodista de Rosario, porque seguramente no lo escucho.
¿Cuál es la barbaridad más grande que escuchaste o viste en los medios locales?
¡No me alcanza el tiempo para hablar de todos los que recuerdo! Todos los días nos podemos mandar alguna aunque la gente piense que somos inequívocos. Pero me desespera que no se sepan cuestiones básicas para informar como los nombres de los ministros, las ubicaciones de determinados países o la irresponsabilidad de los que titulan noticias o escriben sin conocer datos principales de las noticias a difundir.
¿Hay estrellas en este medio?
¡A dónde están que no las veo! Las estrellas todavía siguen en el cielo o en algún centro base de la farándula o el espectáculo. El que se considere en Rosario una estrella, es un creído que está mal de la cabeza y está pronto a caerse desde lo alto. Cuando no se sabe cómo llegamos a fin de mes, nos cuidamos de gastar y viajamos en colectivo, no podemos ser estrellas. Pero además, estrella me parece que se es desde lo que se hace o se dice como en otras actividades de la vida y no por lo que se quiere aparentar.
¿Qué hay de verdad sobre la fama y el dinero en esta profesión?
No somos famosos, somos públicos mientras estemos en la pantalla. El día que nuestros jefes dispongan borrarnos de la caja chica, vamos perdiendo protagonismo y volvemos a nuestra rutina. Somos uno más en las calles rosarinas. El peor error es pensar que queremos estar acá para ser famosos, debemos estar porque sentimos, amamos lo que hacemos y lo que hacemos debemos hacerlo en calidad de "voceros" de millones de voces que quisieran estar y no pueden, y reclaman soluciones a sus preocupantes situaciones. Es canallesco hablar de fama. Del dinero, mejor no hablar.
Sus 5 puntos a tener en cuenta para ser un buen periodista.
Primero amar lo que se hace. Es la base fundamental para una profesión comprometida, sin horarios y con la tensión al máximo. Después, pelear por los principios que uno considera debe tener esta profesión, no ser protagonistas o buscar el protagonismo como muchos pretenden... el protagonismo es del entrevistado. Lectura obligatoria, la mayor posible, partiendo de los diarios. No dejarse tentar por los intereses ajenos al periodismo -concepto fundamental que muchas veces se ve enturbiado- y acercarse a la mayor objetividad posible. Por todo esto, entiendo que el periodismo no se hace sólo desde las aulas y la posterior práctica, debe hacerse de conceptos que van desde la educación de cada uno.
Ser soltero parece una condición clave para desarrollarse. ¿Una pareja dificulta las posibilidades de progreso?
Absolutamente. Por una cuestión lógica impide la dedicación total a un trabajo. Y la falta de horarios provoca más de un dolor de cabeza con tu pareja. Limita la posibilidad de avances y capacitación. Y esto, se agrava por la actitud de los medios que no te dan el tiempo necesario para seguir perfeccionándote, y muchas veces, ni te facilitan la posibilidad de evolución en la misma empresa.
¿Tiene algún referente al que admire?
No tengo uno en particular. De algún profesional, rescato determinadas condiciones. Siempre fui de la idea de que con virtudes y errores cada uno debe gestar su propio referente, consciente de los que uno es capaz de dar, o no. Es hora, y así lo pide la gente, de no copiar sino de gestar una personalidad propia, auténtica y transparente, y arriesgarse a que sea aceptada o no.
¿Es feliz con su profesión?
Soy feliz con mi profesión, aunque debo reconocer que algunas miserias de quienes se desenvuelven en este medio me asquean al punto de pegar un portazo en más de una oportunidad. La profesión es magnífica, se ama... pero quienes trabajamos en ella, nos encargamos de enturbiarla diariamente. En un ambiente de miseria y de envidias, es muy difícil poder disfrutar de esta actividad bellísima.
Usted es un tipo muy atractivo para las mujeres, de todas las edades, y eso que lleva 30 largos. Hasta para las madres es el yerno ideal.
¡Porque no me conocen! ¡Jajajaja! No creo que sea el concepto que se maneja en general, aunque a veces lo escuche. Es que la gente tiende a idealizar a los que trabajamos en televisión. Pero la verdad, es que la forma de ser de una persona se percibe a través de la pantalla. Yo trato de ser lo más transparente posible, lo más natural, como soy en la vida y eso puede sentirse. Vamos a ver qué piensan esas madres en unos años cuando las arrugas se profundicen y ya más que el yerno, me parecezca al padre de esas chicas.
Es un fanático de la responsabilidad en todos sus sentidos. Quizás por eso no me animo a preguntarle lo que comentan algunos hombres de prensa. Si se tiñe el pelo para tenerlo más claro. Pero ya conozco la respuesta: No. "No me tiño, me tienen cansado con esa pavada".
Yo digo que eso lo inventó algún periodista, casi calvo, que se ve, fantasea con teñirse él mismo. Y ahora que lo dejo tranquilo, comienza a tomar su té con limón, pero endulzado con azúcar, cotidiano, a eso de las once y cuarto de la mañana, cuando se prepara con los últimos cables de noticias para expresar el conocido: "Buenos días, esta es la Primera Edición de Telefé Noticias". Y se sabe que lo que sigue es sólo información, contada por un tipo transparente y sensible, consciente de su puesto de servicio a la ciudad.