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el grano en el medio

LA VENGANZA DE LOS NERDS, PERO SIN GRACIA

LA VENGANZA DE LOS NERDS, PERO SIN GRACIA La nueva temporada de Bótelos, los miércoles a la medianoche, por Canal 5, no difiere demasiado de las anteriores. En realidad, el programa en sí no es muy distinto a todo lo que se ve en el resto de la televisión. Si se tiene en cuenta que el punto más álgido del primer envío de 2004 fue un llamado al contestador automático del concejal Evaristo Monti –lo que causó un ataque de carcajadas histéricas grabadas y reales entre la gente que estaba en el piso– uno puede entender por donde pasa la cosa.

Cierto es que la captura de ideas de otros, en los tiempos de la intertextualidad, no es algo que se le pueda achacar sólo a Lisandro Cavatorta, conductor e ideólogo del programa. El problema está en la convicción con que se hace, y en la combinación de esas ideas ajenas, que pueden dar como resultado algo nuevo o un compendio de piezas inconexas. Bótelos pertenece a este último grupo.
Por eso se transforma en una caterva de adolescentes tardíos que parecen haber sufrido durante su pubertad la malicia de sus compañeros de curso, y ahora quieren mostrar que son vivos en un programa de televisión, como forma de sacarse de encima esa carga.

En ese sentido, todo parece forzado: un ex productor de Crónica TV intentando ser gracioso en un informe sobre la demora de los colectivos; un conductor demasiado maquillado; un Germinal Terrakius (personaje famoso de la fauna del teatro y la radio local) fuera de lugar; una presentación calcada de las de CQC y la escenografía de siempre. Todo con un fondo de carcajadas grabadas y cámaras espásticas, dibujan un cuadro triste. La risa, el fin que persigue Bótelos para sus espectadores, sólo aparece falsa en la cara de su conductor y en el archivo de audio que el director del programa dispara cada treinta segundos desde su computadora.

2 comentarios

Romi Paez -

No estoy de acuerdo con el comentario sobre Bótelos...noto algo de envidia inconciente del autor de la nota...saludos

Lucio -

"No hay comentarios de este artículo"... decía al pié de esta página... pues no hay más nada que agregar.